En toda emisión radiofónica,
hemos de tener en cuenta que lo que oímos a través de la radio ha sido
preparado a conciencia, teniendo en cuenta una serie de elementos básicos para
el desarrollo de la emisión.
La radio al ser un medio
exclusivamente sonoro se ve afectado por una serie de limitaciones, las cuales,
hacen que la elaboración y el desarrollo de un programa de radio sea mucho más
complejo, a la par de dinámico. Estas
limitaciones son:
Canal
exclusivamente sonoro:
Estamos
hablando del único medio que solo puede desarrollarse a partir del sonido. El
uso de imágenes es imposible, lo que hace que muchas veces sea difícil de
seguir lo que se nos quiere transmitir.
Sus
recursos son limitados:
Todo
se reduce a las combinaciones de los únicos cuatro elementos que se pueden
utilizar en la radio; La palabra, la música, efectos sonoros y silencio.
La
carencia de imágenes:
La radio está obligada a apelar
permanentemente a la imaginación del oyente para vencer la tremenda limitación
de esta carencia. Una perfecta y precisa combinación de música, efectos sonoros
y silencio hacen posible combatir esta carencia para dar una mayor precisión en
la visualización del oyente.
Transformar
el “defecto” de la carencia de imágenes
en una virtud para abrir la imaginación creativa del oyente.
Para ello hay que hacer dos
distinciones básicas:
Programas de
ficción: Estimulan libremente la imaginación del radioescucha
Programas de
no ficción: Deberán ajustarse a la veracidad de los hechos, evitando inducir a
engaño a la audiencia.
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