11 de diciembre de 2011

Los elementos radiofónicos

El proceso para elaborar un programa de radio es muy complejo y complicado. Pero la correcta utilización de una serie de elementos que componen los programas de radio, pueden dar lugar a buenas piezas radiofónicas. Se trata de cuatro elementos que han de usarse con mucha creatividad y picardía.

La palabra
Parte fundamental de los mensajes radiofónicos y el único elemento capaz de trasladar contenidos conceptuales. Esta va ligada a su expresión oral.
La palabra en la radio siempre es voz. Por ello, se hace necesario distinguir dos planos igualmente relevantes:


Contenido: Mensaje en términos estrictamente gramaticales. Deben organizarse de acuerdo a unas reglas de redacción que logren la finalidad comunicativa pretendida por el emisor.
    Expresión: Se toma en cuenta la influencia de las características físicas de la voz en la recepción e interpretación de los mensajes por parte del oyente.

Un buen ejemplo serían los informativos, programas concisos y elaborados detenidamente, donde la palabra gana mucha fuerza.



Música
Ingrediente habitual en la radio desde sus orígenes. Retransmisiones de conciertos, actuaciones en el estudio o emisión de grabaciones musicales siempre han formado parte de la programación de cualquier emisora. Su importancia es tal, que algunas emisoras hacen de ella el contenido central, relegando la palabra a una función secundaria de enlace.




Efectos de sonido
Se trata de sonidos inarticulados (tomados de la realidad o grabados técnicamente) que no son ni palabras ni música. Las palabras o la música pueden ser constituyentes sustantivos de una emisión radiofónica, los efectos sonoros cumplen un papel adjetivo, complementan el mensaje.


En los programas informativos proporcionan un plus de veracidad, trasladando al oyente al lugar de los hechos.


Reemplaza a la imagen, con lo que cuanto menos ambigua sea su descodificación, más fácilmente crearán en el oyente la imagen mental pretendida.


Se excluyen simples ruidos que perturben la recepción e interpretación de los hechos. Ya sean naturales (interferencias), técnicas o comunicacionales (mala locución, redacción o confusión de planos sonoros realización).

El Silencio
No se debe abusar, ni pecar del mismo ya que el predominio exagerado de la palabra conduce a una pausa larga que induzca al oyente a cambiar de sintonía. El silencio se caracteriza por tres razones:


Valor expresivo: La pausa marca un contraste con el sonido continuo de la emisión y             remarca sonidos anteriores o posteriores.
 Posee un valor dramático (pausa reflexiva, momento de meditación)
 Importancia reseñable en entrevistas y testimonios despertando expectación en el oyente.


La radio: un medio limitado


En toda emisión radiofónica, hemos de tener en cuenta que lo que oímos a través de la radio ha sido preparado a conciencia, teniendo en cuenta una serie de elementos básicos para el desarrollo de la emisión.

La radio al ser un medio exclusivamente sonoro se ve afectado por una serie de limitaciones, las cuales, hacen que la elaboración y el desarrollo de un programa de radio sea mucho más complejo, a la par de dinámico.  Estas limitaciones son:

Canal exclusivamente sonoro:
Estamos hablando del único medio que solo puede desarrollarse a partir del sonido. El uso de imágenes es imposible, lo que hace que muchas veces sea difícil de seguir lo que se nos quiere transmitir.

Sus recursos son limitados:
Todo se reduce a las combinaciones de los únicos cuatro elementos que se pueden utilizar en la radio; La palabra, la música, efectos sonoros y silencio.

La carencia de imágenes:
La radio está obligada a apelar permanentemente a la imaginación del oyente para vencer la tremenda limitación de esta carencia. Una perfecta y precisa combinación de música, efectos sonoros y silencio hacen posible combatir esta carencia para dar una mayor precisión en la visualización del oyente.

Un gran reto:
Transformar el “defecto” de la carencia de imágenes  en una virtud para abrir la imaginación creativa del oyente.

Para ello hay que hacer dos distinciones básicas:
Programas de ficción: Estimulan libremente la imaginación del radioescucha
Programas de no ficción: Deberán ajustarse a la veracidad de los hechos, evitando inducir a engaño a la audiencia.

El maravilloso mundo del fútbol radiofónico


Hablar de retransmisiones deportivas en España significa pensar, automáticamente, en los múltiples programas tipo Carrusel Deportivo que invaden las horas radiofónicas de las emisoras españolas.

La primera retransmisión en directo tuvo lugar en 1927, cuando un equipo de Unión Radio relató las incidencias del encuentro Zaragoza-Real Madrid en sus emisoras de Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Salamanca y San Sebastián.  

A partir de ese entonces, se comenzó a pensar que los deportes (o el fútbol, al menos) tenían el suficiente interés general como para ocupar horas de programación en España. De todos modos, no fue hasta 1951 cuando se autorizó la instalación de micrófonos en los estadios por parte de los equipos.

Carrusel Deportivo merece tener una entrada para él solo, no sólo porque en 1954 BobbyDeglané marcó un estilo de radio innovador, sino porque fue copiado por la competencia y el modelo de la década de los 50 sigue siendo el mismo hoy en día: corresponsales en los diferentes encuentros que, a través del multiplex, pueden pincharse en antena para contar la última información en cada campo y hacer emocionar a los oyentes con toda la jornada en directo, al mismo tiempo. 

En la imagen Miguel Angel Nieto (Izq) y Bobby Deglané (Derecha) entrevistando a José Luis Coll

Gratuitamente, las radios han prestado un servicio a la sociedad cada fin de semana que, económicamente hablando, se recompensaba con una de las franjas publicitarias más cara de la radio.

Pero los equipos de primera y segunda división, en esta temporada 11/12, parece que quieren sacar dinero de donde no hay y ahora, los oyentes, son las víctimas de una política de fichajes de cifras multimillonarias gastadas durante las últimas temporadas, que han dejado en la bancarrota a muchos equipos. A la mayoría, por no decir que todos tienen problemas.

Pocas horas después del partido más visto del año en todo el mundo, sólo la televisión fue testigo privilegiado de las lágrimas y la alegría de dos aficiones que pelean por ser los reyes del mundo futbolero.

Hoy los periodistas radiofónicos no ejercieron su profesión concentrándose en lo suyo: la narración. Hoy, no escucharemos, cómodamente, esa histórica sintonía que comienza siempre con la misma fuerza: “Oye. ¿Qué? Oye ¿Qué? Comienza Carrusel…” 

Lo siento, esta temporada, los despachos decidieron que no fuera el espectáculo radiofónico el que se escuchara en antena. 

En el siguiente vídeo, se muestra cómo son los primeros minutos, desde el estudio, del popular Carrusel Deportivo, de la Cadena Ser. 

10 de diciembre de 2011

Fran Llorente, director de informativos de TVE, en la Cadena Ser

En unos momentos donde el periodismo parece que peligra por los intereses económicos de las grandes empresas de comunicación, la labor de los profesionales de TVE se ve recompensada con un Premio Ondas que, en voz de su director de informativos: “el premio es de los millones de españoles que se sienten orgullosos de la información de TVE, y que, cada día, nos exigen una información libre y honesta”.

Aquí les proponemos un ejemplo de cómo pueden charlar dos figuras del periodismo español como son Monserrat Domínguez y Fran Llorente acerca del periodismo con claridad, sencillez, simpatía y todo, en un ambiente cordial y dinámico.