19 de enero de 2012

Una recomendación literaria


Supongo que muchos de nosotros tomaremos como referencia a Iñaki Gabilondo y a su manera de ejercer esta profesión y particularmente la radio. Su último libro, “El fin de una época. Sobre el oficio de contar las cosas”, trata de analizar en qué momento se encuentra el periodismo actual, la buena o mala influencia que se puede ejercer sobre la sociedad y cuál será el papel de los nuevos periodistas en este mundo caótico de la información.

No tienen desperdicio algunas de las perlas que deja en su libro. Ideas que podríamos pensar todos, pero que dichas por alguien tan reconocido resultan, al menos para mí, impactantes: “El grupo Intereconomía y medios afines, [están] directamente consagrados al TERRORISMO INFORMATIVO”; “PEDRO J. RAMÍREZ hubiera podido ser el mejor periodista del país si se hubiera dedicado a este oficio, pero se ha dedicado a otro: al oficio de querer mandar sin presentarse a las elecciones”; “FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS terminó siendo un problema para la emisora [COPE] porque defendía posturas que ya ni siquiera su misma empresa podía soportar”. […] “No me gusta entrar en estas historias, pero habría que evitar que este personaje dijera más tonterías”.  

Es un libro pequeño y muy sencillo de leer. De hecho, en una tarde puede estar finiquitado un libro que su lectura debería ser convalidada por alguna asignatura de la carrera periodística. Es una verdadera clase de periodismo por uno de los grandes. Si lo adquieren, supongo que los hará reflexionar tanto como hizo que lo hiciera yo.

“El fin de una época. Sobre el oficio de contar las cosas”, de la editorial Barril Barral y del mencionado Iñaki Gabilondo. Menos de veinte euros. 

La instantaneidad de la radio

Terminaba la jornada futbolera dominical en España. Sonaban los últimos cánticos de la noche y mientras, andaba un poco perdido en mi nebulosa twittera. Como cada fin de semana, los principales hashtags son los relacionados con el fútbol, pero un catarro hizo que los focos girasen en otro sentido esta vez: el 15 de enero de 2012 moría Manuel Fraga Iribarne, ministro franquista, fundador de la derecha democrática española (Alianza Popular, actual Partido Popular) y uno de los integrantes del equipo constructor de la democracia española de hoy en día tras la muerte de Francisco Franco.

Con este “currículum”, lo normal era una reacción instantánea de los medios y, de entre todos los medios de comunicación de masas, (si exceptuamos Twitter, lo cual debería requerir un análisis más profundo acerca de la verdadera potencia de la red social como medio de comunicación masivo de información por la limitación en edad de sus usuarios), la radio se corona como el más rápido.

El modelo de programación en bloques de la radio generalista permite hacer una fácil inclusión de información en cualquier momento si el acontecimiento lo precisa. La interrupción de cualquier programa estará justificada si con ello el medio suministra a sus oyentes una información de última hora que no puede esperar a los boletines horarios. En el caso de los fines de semana, el asunto se agrava, pues los deportes y, especialmente el fútbol, ocupan toda la parrilla casi desde por la mañana, eliminando todos los boletines horarios durante la retransmisión de los partidos.  

Así, por la noche, la Cadena Ser comenzó un informativo totalmente fuera de planificación: un flash informativo. La radio generalista más escuchada durante los fines de semana por su modo de retransmitir deportes (Carrusel Deportivo), consideró la muerte de este gran personaje de la historia de España un asunto de gran importancia: por encima del deporte, se debe dar a conocer esta muerte, es decir, se ha puesto en práctica un criterio de selección de información –aunque, también es verdad, que la jornada estaba terminada-.

Además de la información directa y en clave enunciativa, de tal forma que se pueda contextualizar al oyente los acontecimientos, en un caso como este, la Cadena Ser también decidió incluir en ese espacio informativo especial la voz autorizada de Santiago Carrillo, la antítesis explícita de Fraga Iribarne, pero una de las personas que mejor puede exponer quién fue el fallecido político, diplomático y profesor de derecho español.

He aquí la facilidad de la radio para llevar la información hasta las casas de los oyentes: un micrófono, un equipo de emisión y recepción y un par de teléfonos pinchados en antena. Con eso, el oyente construye en su mente la imagen de la situación vivida sin necesidad de ver qué está ocurriendo.

LOS PERIÓDICOS DIGITALES
Paralelamente, el resto de medios de comunicación de masas, también se empecinaron en “ser los primeros” a la hora de dar la información. El periódico El País, en su edición digital, al igual que otros como El Mundo o ABC, redactaron crónicas a toda prisa [ver documento de El País], haciendo un repaso de qué había sucedido y quién fue Manuel Fraga. Muchos de ellos, a su vez, enlazaron entrevistas y fotogalerías dentro de sus webs para que el lector se hiciera una mejor idea de qué ocurría en esos momentos y por qué la importancia que se le estaba otorgando por parte de los medios.

La televisión, por otro lado, fue el medio más inoperativo. Ante un acontecimiento tan importante, un fin de semana y por la noche, no se supo (o quiso) reaccionar y se decidió esperar a dar la información en los primeros informativos de la mañana del lunes. 

11 de diciembre de 2011

Los elementos radiofónicos

El proceso para elaborar un programa de radio es muy complejo y complicado. Pero la correcta utilización de una serie de elementos que componen los programas de radio, pueden dar lugar a buenas piezas radiofónicas. Se trata de cuatro elementos que han de usarse con mucha creatividad y picardía.

La palabra
Parte fundamental de los mensajes radiofónicos y el único elemento capaz de trasladar contenidos conceptuales. Esta va ligada a su expresión oral.
La palabra en la radio siempre es voz. Por ello, se hace necesario distinguir dos planos igualmente relevantes:


Contenido: Mensaje en términos estrictamente gramaticales. Deben organizarse de acuerdo a unas reglas de redacción que logren la finalidad comunicativa pretendida por el emisor.
    Expresión: Se toma en cuenta la influencia de las características físicas de la voz en la recepción e interpretación de los mensajes por parte del oyente.

Un buen ejemplo serían los informativos, programas concisos y elaborados detenidamente, donde la palabra gana mucha fuerza.



Música
Ingrediente habitual en la radio desde sus orígenes. Retransmisiones de conciertos, actuaciones en el estudio o emisión de grabaciones musicales siempre han formado parte de la programación de cualquier emisora. Su importancia es tal, que algunas emisoras hacen de ella el contenido central, relegando la palabra a una función secundaria de enlace.




Efectos de sonido
Se trata de sonidos inarticulados (tomados de la realidad o grabados técnicamente) que no son ni palabras ni música. Las palabras o la música pueden ser constituyentes sustantivos de una emisión radiofónica, los efectos sonoros cumplen un papel adjetivo, complementan el mensaje.


En los programas informativos proporcionan un plus de veracidad, trasladando al oyente al lugar de los hechos.


Reemplaza a la imagen, con lo que cuanto menos ambigua sea su descodificación, más fácilmente crearán en el oyente la imagen mental pretendida.


Se excluyen simples ruidos que perturben la recepción e interpretación de los hechos. Ya sean naturales (interferencias), técnicas o comunicacionales (mala locución, redacción o confusión de planos sonoros realización).

El Silencio
No se debe abusar, ni pecar del mismo ya que el predominio exagerado de la palabra conduce a una pausa larga que induzca al oyente a cambiar de sintonía. El silencio se caracteriza por tres razones:


Valor expresivo: La pausa marca un contraste con el sonido continuo de la emisión y             remarca sonidos anteriores o posteriores.
 Posee un valor dramático (pausa reflexiva, momento de meditación)
 Importancia reseñable en entrevistas y testimonios despertando expectación en el oyente.


La radio: un medio limitado


En toda emisión radiofónica, hemos de tener en cuenta que lo que oímos a través de la radio ha sido preparado a conciencia, teniendo en cuenta una serie de elementos básicos para el desarrollo de la emisión.

La radio al ser un medio exclusivamente sonoro se ve afectado por una serie de limitaciones, las cuales, hacen que la elaboración y el desarrollo de un programa de radio sea mucho más complejo, a la par de dinámico.  Estas limitaciones son:

Canal exclusivamente sonoro:
Estamos hablando del único medio que solo puede desarrollarse a partir del sonido. El uso de imágenes es imposible, lo que hace que muchas veces sea difícil de seguir lo que se nos quiere transmitir.

Sus recursos son limitados:
Todo se reduce a las combinaciones de los únicos cuatro elementos que se pueden utilizar en la radio; La palabra, la música, efectos sonoros y silencio.

La carencia de imágenes:
La radio está obligada a apelar permanentemente a la imaginación del oyente para vencer la tremenda limitación de esta carencia. Una perfecta y precisa combinación de música, efectos sonoros y silencio hacen posible combatir esta carencia para dar una mayor precisión en la visualización del oyente.

Un gran reto:
Transformar el “defecto” de la carencia de imágenes  en una virtud para abrir la imaginación creativa del oyente.

Para ello hay que hacer dos distinciones básicas:
Programas de ficción: Estimulan libremente la imaginación del radioescucha
Programas de no ficción: Deberán ajustarse a la veracidad de los hechos, evitando inducir a engaño a la audiencia.

El maravilloso mundo del fútbol radiofónico


Hablar de retransmisiones deportivas en España significa pensar, automáticamente, en los múltiples programas tipo Carrusel Deportivo que invaden las horas radiofónicas de las emisoras españolas.

La primera retransmisión en directo tuvo lugar en 1927, cuando un equipo de Unión Radio relató las incidencias del encuentro Zaragoza-Real Madrid en sus emisoras de Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Salamanca y San Sebastián.  

A partir de ese entonces, se comenzó a pensar que los deportes (o el fútbol, al menos) tenían el suficiente interés general como para ocupar horas de programación en España. De todos modos, no fue hasta 1951 cuando se autorizó la instalación de micrófonos en los estadios por parte de los equipos.

Carrusel Deportivo merece tener una entrada para él solo, no sólo porque en 1954 BobbyDeglané marcó un estilo de radio innovador, sino porque fue copiado por la competencia y el modelo de la década de los 50 sigue siendo el mismo hoy en día: corresponsales en los diferentes encuentros que, a través del multiplex, pueden pincharse en antena para contar la última información en cada campo y hacer emocionar a los oyentes con toda la jornada en directo, al mismo tiempo. 

En la imagen Miguel Angel Nieto (Izq) y Bobby Deglané (Derecha) entrevistando a José Luis Coll

Gratuitamente, las radios han prestado un servicio a la sociedad cada fin de semana que, económicamente hablando, se recompensaba con una de las franjas publicitarias más cara de la radio.

Pero los equipos de primera y segunda división, en esta temporada 11/12, parece que quieren sacar dinero de donde no hay y ahora, los oyentes, son las víctimas de una política de fichajes de cifras multimillonarias gastadas durante las últimas temporadas, que han dejado en la bancarrota a muchos equipos. A la mayoría, por no decir que todos tienen problemas.

Pocas horas después del partido más visto del año en todo el mundo, sólo la televisión fue testigo privilegiado de las lágrimas y la alegría de dos aficiones que pelean por ser los reyes del mundo futbolero.

Hoy los periodistas radiofónicos no ejercieron su profesión concentrándose en lo suyo: la narración. Hoy, no escucharemos, cómodamente, esa histórica sintonía que comienza siempre con la misma fuerza: “Oye. ¿Qué? Oye ¿Qué? Comienza Carrusel…” 

Lo siento, esta temporada, los despachos decidieron que no fuera el espectáculo radiofónico el que se escuchara en antena. 

En el siguiente vídeo, se muestra cómo son los primeros minutos, desde el estudio, del popular Carrusel Deportivo, de la Cadena Ser.